jueves, 9 de marzo de 2017

Manifiesto para la Teoría Ficción

Hay dos elementos constituyentes de los que no puedo liberarme: de la hispanofilia y de la teoría del sincretismo, ésa de las tres dichosas culturas.  Ambas teorías, aunque las deconstruya, en un sentido histórico, seguirán siendo la base de mi concepción de Cultura Nacional y de mi pensamiento.

Entonces, partiendo de una honestidad basada en el error, pienso.

(Asumo que ya resolvimos el asunto aquel del luego existo)

Por lo tanto, todo pensamiento encierra el error en sí. Es siempre, un pensamiento errado.

Por esto, ninguna teoría es verdadera. Cómo no hay teoría verdadera,  no hay compromiso teórico con la realidad. Otros son los compromisos que impone el amor y la biología en la configuración y manifestación de la realidad (y viceversa)  Es decir, si atendemos a las necesidades de la biología y el amor (ambos moldeados por la cultura), tenemos la "libertad" de pensar y actuar con la teoría, fuera valores morales, sino como legos de un juego de posibilidades.

Quizá, a lo que llaman los tiempos es a crear teorías que contradigan los relatos que nos conforman. Teorías que nieguen la muerte, teorías que aniquilen el Apocalipsis. Si la miseria es lo único que nos resta, ¿para qué dedicar pensamiento a ella?

Inventemos teorías como juguetes mientras nos creamos úlceras y nos curamos calvicies, mientras llega el infarto infame de miocardio.

Creemos teorías como se crean ficciones para transformar la realidad; aquel sueño ilustrado y marxista.


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